tatouage...mmm...oui!

El Ojo de Horus, o Udyat "el que está completo", fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad cósmico-estatal.

Además, el Ojo de Horus se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris (Horus era hijo de Osiris, el dios que fue asesinado por su propio hermano Seth. Horus mantuvo una serie de encarnizados combates contra Seth, para vengar a su padre. En el transcurso de estas luchas los contendientes sufrieron múltiples heridas y algunas pérdidas vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Pero, gracias a la intervención de Thot, el ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Este ojo era especial y estaba dotado de cualidades mágicas).

Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto, siendo considerado un amuleto de los más poderosos: potenciaba la vista, protegía y remediaba las enfermedades oculares, contrarrestaba los efectos del "mal de ojo" y, además, protegía a los difuntos. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer.

Id, Ego y Superego

¡Cómo nos cambia la vida!

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Ayer hice un ejercicio de introspección y de flashback... y descubrí o, mejor dicho, recordé quién era yo antes...

La vida cambia, las cosas cambian, las ideas cambian, el mundo cambia, yo cambio, todo y todos/as cambiamos (afortunadamente).

El quid de la cuestión está en no dejar atrás nuestra esencia.
Está claro que todas las experiencias que vivimos, las personas que conocemos, los entornos en los que nos movemos tan dinámicos...todo nos cambia y nos condiciona. Pero siempre queda esa parte de ti inmutable, perpétua. Hasta ahí todo claro.

Yo, hasta ayer, sin ir más lejos, no recordaba cuál era mi parte "inmortal". Y eso sí que es complicado de asimilar...¿qué o quién soy yo?
Ayer descubrí que ya era yo hace mucho tiempo, que, concretamente desde que nací, soy yo. Quizás sea una obviedad, pero me deprimía el pensar que yo soy como soy hoy por las andanzas, venturas y desventuras que me han ido pasado en los últimos tiempos, me hacía sentirme una farsante, una actriz de poca monta, una titiritera...

Las crisis existenciales te crean semejante cacao mental que ya ni sabes dónde empieza tu cabeza y dónde acaba el universo.
Ahora sé qué y quién soy. Soy yo, con mis altos y mis bajos, con mi pesimismo, con mis nostalgias y melancolías, con mis manías, con mis virtudes y con mis defectos, con mis dudas y mis inseguridades, con mi fuerza y mi flaqueza, con mi rabia y mi corazón, con mi razón y con mi instinto. Esa soy YO.



*Yo soy yo y mis circunstancias...pero ante todo, YO.

Dña. Maldad

Es difícil plantearse si de verdad existe la mala conciencia o no. Quizás sólo se sienta temor al castigo divino que acarrea un mal acto (según lo estipulado por la Biblia, el Corán, la Torá, etc. )... The question is :

¿Qué pasa si no creo en divinidades ni seres supraterrenales?

La mala conciencia llega por la contrariedad entre lo que pienso que debo hacer y lo que en realidad hago (clásica disquisición entre sein y sollen). ¿Pero cómo podemos ser totalmente coherentes siendo seres racionales e instintivos? A ver, a ver, a ver...o sea, somos animales, pero con cerebro desarrollado...o sea, deberíamos llegar a un equilibrio entre los dos polos de nuestro "ser" (mala mezcla entre biología y filosofía, aviso a navegantes).

¿Hacemos lo que deberíamos hacer o lo que queremos hacer? Si fuésemos seres perfectos el deber ser y el ser serían uno. ¿Eso sería ser coherente? ¿o sería una utopía, o sea, irrealizable?

Una parte de mí va hacia un lado y la otra se empeña, irremediablemente, en ir hacia el otro, como un caballo desbocado. Yo no llevo las riendas de mi vida ¿quién las lleva? Yo quiero ser coherente pero una estúpida y poderosa fuerza me lo impide.
Vago entre la tristeza y la impotencia de querer ser lo que no soy, quien no soy...O quizás soy, simplemente eso, que ya es mucho. Decido lo que soy, con el día a día, con mis incongruencias y mis centrifugados mentales...

Dicen que el tiempo vuela, pero yo soy el piloto...¡Qué consuelo!.

¿Qué pasa cuando palpas el vacío, cuando lo hueles, lo tocas, lo esnifas, lo saboreas? Es asqueroso, peor que la carne cruda, apesta a hipocreía capitalista, a vísceras de corrupción, a sangre en descomposición de neoliberalismo barato, a sociedad rancia enfarlopada con billetes de 50...

Yo quiero más, quiero un mundo maravilloso en el que los gobernantes, si es que los hay, tengan conciencia, incluso mala, para que rectifiquen, pero que TENGAN.

DEVENIR TÚ, EN TI, AUTENTICIDAD.

-Lucía (Penélope Cruz) : ¿Puede haber un poquito de silencio, por favor?

Todo es mentira

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Lucía Olvidada...ella existía sólo en los sueños.

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*Sé tú, sólo tú. Y despliega tu "yo" en todo su esplendor. Te adoro, y todos lo hacen.

*Desnuda

Vino, primero pura,

vestida de inocencia,

y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo

de no sé qué ropajes;

y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina,

fastuosa de tesoros...

¡Qué iracunda de yel y sinsentido!

...Mas se fue desnudando.

Y yo le sonreía.

Se quedó con su túnica

de su inocencia antigua.

Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica

y apareció desnuda toda...

¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre!

Juan Ramón Jiménez.