[...] Se la lleva al dormitorio, le arranca las absurdas zapatillas, le besa los pies, se queda asombrado ante el sentimiento que ella evoca en su seno. Tiene alguna aparición con su aparición en escena: la peluca, su forma de menear el trasero, la tosquedad, la crudeza al hablar. ¡Extraño es el amor! Pero proviene del estremecimiento de Afrodita, diosa de las olas espumeantes; de eso no cabe duda.
(Desgracia- J.M. Coetzee)
expresivo texto.
ResponderEliminarmagia pura.
Un saludo, grax por pasar.