Podría escribir miles de palabras banales, llenas de amor e hipocresía, de cinismo y pasión, podría llenar frases enteras, incluso renglones, párrafos, páginas...
Podría cubrirme el cuerpo con tinta, las paredes, el suelo, las montañas, el humo, los trenes, los cristales que lloran, la tierra y el fuego, los ojos...
Podría caminar descalza en un sinsentido entre la penumbra y el sol cegador que derrama mis cuencas, seca mi piel y mis entrañas...
Podría venderme por un puñado de sueños, de promesas incluso incomprensibles e irrealizables...
Podría, si tú me pidieras la eternidad.
Podría escupir cada deseo, cada anhelo...pisotearlos, torturarlos, amedrentarlos para después degollarlos. Podría ser una heroína en una batalla perdida y, como te dije, luchar por lo que creo, pese a mi muerte (ya muerta), como Aquiles.
Podría hacer cualquier cosa, si me la pides.
Pero no me pidas que te olvide, no me pidas que renuncie. Que yo soy de corazón duro, yo "prefiero morir de pie que vivir arrodillada".
Llámame cobarde.
"Entre el dolor y la nada, elegí el dolor", que dice aquella canción. Siento su dolor, pero no hay elección...la nada es terrible.
ResponderEliminarCuídese.
R.