Strip- tease

Quítate el sombrero,
si lo tienes,
quítate el pelo,
que te abandona,
quítate la piel,
las tripas, los ojos,
y ponte un alma.

lunes, 28 de marzo de 2011

Catarsis y devengo en mí.

Desnudo capa - Fernando Muñoz



Me cuesta tanto no besarte cuando pasas por mi lado. Sobre todo porque pienso en ello a cada instante.

No mirarte, no tocarte, no olerte, no intuirte por las noches mientras trato de no pensarte desnudo y cálido junto a mí.



Me consuela saber que, pese a mi insomnio, afortunadamente, para soñar no hace falta dormir. Y me doy cuenta de que estoy de pie, descalza sobre un suelo gélido y blanquecino. Bajo la mirada, y mis cabellos han crecido tanto que me tapan el pecho. Estoy desnuda y mi piel tiene un tono blancuzco parecido al del suelo.



Giro sobre mí misma y miro a mi alrededor. De repente, siento mucho frío. Doy dos pasos y frente a mí hay una capa de terciopelo roja. Me la pongo y cubro también mi cabello.



Comienzo a caminar de frente, hacia una especie de horizonte violeta que se va entremezclando con una rosa pálido que me recuerda a mi sexo.



Cuanto más ando, más frío siento, y comienzo a correr. Mi aliento se refleja frente a mí como humo ardiente y siento dolores punzantes en la garganta que, poco a poco, van bajando hasta mi pecho. Tal es el dolor, que no puedo continuar y decido parar. Mis rodillas fallan y tengo que agacharme... ¿Qué me pasa? La parte izquierda del pecho palpita de manera desorbitada y a cada movimiento siento que me desgarro por dentro.


Me aparto la capa y veo una grieta con sangre. No recuerdo haberme golpeado, pero es un corte profundo y bastante preciso. De pronto, miro mis manos y están llenas de sangre. Aterrorizada miro a mi alrededor y estoy sola, sola, sola. Con mi humo, mi capa roja, mi frío y mi sangre. A lo lejos veo algo brillar en el suelo. Consigo incorporarme y erguirme pese al dolor.



Avanzo lentamente y con la mano derecha en el pecho.

Recorro como unos 20 metros y ahí está. Un cristal del tamaño de mi mano. Está lleno de sangre.

Lo cojo con cuidado y lo observo. Tiene unos filos puntiagudos y rojos...es como un imán para mí. Tan bello y afilado, tan atrayente como una suculenta bañera llena de agua caliente.

De repente, me siento desorientada y caigo al suelo sin casi darme tiempo a apoyarme con las manos...



Abro un ojo, abro otro. Siento un intenso dolor en el antebrazo derecho. Mis pies están cogiendo un color violáceo y el cielo está cada vez más oscuro. Intento incorporarme y consigo sentarme en el suelo. Junto a mí, el trozo de cristal y una mancha de sangre.

Siento una especie de cosquillitas por el codo de mi brazo derecho, así que giro el brazo, y me doy cuenta de que estoy sangrando.

Con la capa, consigo limpiarme un poco y acierto a leer en mis ojos tu desvanecimiento. El mío. La pérdida del "yo" por el "nosotros".



Me rebano las venas y el corazón para expulsarte de mí.

Flores del mal me queman los pies con su veneno.

No es casual que quiera arañarme las heridas.

No es casual que me perfore el cuerpo en busca de una catarsis...

lunes, 21 de marzo de 2011

Roman à Clef

Sylvia Plath.

Olmo -fragmento- (Ariel)
Sylvia Plath.

"En mí vive un grito.
Por la noche aletea,
Buscando, con sus garras, un objeto de amor.
Me aterroriza el algo oscuro
Que duerme en mi interior;
Percibo durante todo el día sus giros blandos y plumosos, su Malignidad.
Las nubes pasan y se dispersan.
¿son ésas las caras del amor,
esas pálidas irrecuperabilidades?
¿por eso me inquieto el corazón?
Soy incapaz de más conocimiento.
¿Qué es eso, esa cara asesina en su estrangulación de ramas?
Su beso de ácidos serpentinos petrifica la voluntad.
Tales son las faltas aisladas y lentas
que matan y matan y matan. "






Y hoy es el Día Mundial de la Poesía...y no me preguntes por qué pero tus palabras me saben a manido. Creo que cada frase tuya está medida al milímetro, o sea, que no me las creo. Creo que quiero no creerlas y las creo, no obstante me creo lo suficientemente ingenua como para creer que creo que no te creo y creerte me hace disolverme en el viento.



Me di cuenta de que todas eran suicidas. Bellas y blanquecinas cual orquídeas al sol. Sangrientas y tristes, deshechas de amor y poesía.



¡Feliz día de la poesía a todos/as!

viernes, 11 de marzo de 2011

Tú...


" Como una canción aún sin acabar


te repites en mi mente de forma intermitente


tú, la musa de mi música


por tus vaivenes me dejo llevar...




...como si este mundo fuera a terminar


tú me besas con la fuerza de quien sabe que tendrá


muy medidas y contadas ocasiones


de hacer de ese beso algo habitual...




...sobrevivo a base de viejas historias


incompletas que no acaban por el miedo a terminar


oyendo tu voz en cada voz extraña


impregnando con tu esencia mis pasiones, mi verdad.




Tú, la luz que apaga todos mis temores


el lápiz que me escribe las canciones


la estrella que me sigue adonde voy.




Tú, la suerte que besó mi libertad


las letras con las que aprendí a cantar


tu ritmo es el que marca mis latidos.




Con las manos aún inquietas pienso en ti


pues te tuve entre mis brazos y otra vez te has vuelto a ir


indelebles son los surcos de tus dedos


que han marcado ya mi piel y mi pasión.




Lúchame con besos, déjame ganarte


reinventarnos a la vez será cuestión de práctica


bebe de la sed que siento al admirarte


muérdeme las ansias pero sin cansarte...




...y a veces nos prestamos las cosas de valor


y nos intercambiamos mientras que hacemos el amor


el alma entre las manos


y entre los labios los tequieros los que adornan las paredes


de este cuarto al que me escapo a veces.




Tú, la luz que apaga todos mis temores


las letras con las que aprendí a cantar"




A la altura justa de tus ojos - Carmen Boza.




martes, 1 de marzo de 2011

Los caballeros las prefieren rubias.

Jane Russell (1981-2011)
Nunca se supo,
nunca se sabrá... ¿Dónde están las fronteras del crimen?
Y un pequeño homenaje a su partida,
y un reflejo del quiero y no puedo.
...
Quizás simplemente sea yo, quizás ciega no consigo discernir cuál es mi reflejo ni por dónde ando.
Si me tropiezo, veremos a ver adónde caigo...