Malak
Y yo, idiota, me preguntaba de dónde venían mis miedos, mis terrores nocturnos.
De pequeña, era por la falta de luz, así que todo se arreglaba encendiendo una lamparita que mi padre apagaba en mitad de la noche, cuando ya estaba sumida en un profundo sueño, a salvo de cualquier pensamiento que pudiera perturbar mi descanso.
De mayor, la lámpara ya no era suficiente. La luz no me quitaba el miedo. Al menos la luz artificial...
Una noche llegaste tú, como un ángel, y entonces desapareció ese tintineo en mis oídos, ese sudor frío, esa impotencia por no poder cambiar todo a mejor antes del ocaso, porque llegaba la noche y me absorbía, pero llegaste tú...
¡Y luego me pregunto de dónde viene mi terror nocturno! Y procede de lo más hondo de mi ser, de no poder deshacerme en sueños mientras me iluminas, mientras me acurruco con la luz de tus ojos y tu calidez, tu mirada, tu olor.
Mis pesadillas no están llenas de seres monstruosos, ni de oscuridad; simplemente están vacías de ti en mis noches de soledad, de ahí mi miedo.
"Y no existir si no me miras tú..." - Ismael Serrano.
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