Id, Ego y Superego

¡Cómo nos cambia la vida!

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Ayer hice un ejercicio de introspección y de flashback... y descubrí o, mejor dicho, recordé quién era yo antes...

La vida cambia, las cosas cambian, las ideas cambian, el mundo cambia, yo cambio, todo y todos/as cambiamos (afortunadamente).

El quid de la cuestión está en no dejar atrás nuestra esencia.
Está claro que todas las experiencias que vivimos, las personas que conocemos, los entornos en los que nos movemos tan dinámicos...todo nos cambia y nos condiciona. Pero siempre queda esa parte de ti inmutable, perpétua. Hasta ahí todo claro.

Yo, hasta ayer, sin ir más lejos, no recordaba cuál era mi parte "inmortal". Y eso sí que es complicado de asimilar...¿qué o quién soy yo?
Ayer descubrí que ya era yo hace mucho tiempo, que, concretamente desde que nací, soy yo. Quizás sea una obviedad, pero me deprimía el pensar que yo soy como soy hoy por las andanzas, venturas y desventuras que me han ido pasado en los últimos tiempos, me hacía sentirme una farsante, una actriz de poca monta, una titiritera...

Las crisis existenciales te crean semejante cacao mental que ya ni sabes dónde empieza tu cabeza y dónde acaba el universo.
Ahora sé qué y quién soy. Soy yo, con mis altos y mis bajos, con mi pesimismo, con mis nostalgias y melancolías, con mis manías, con mis virtudes y con mis defectos, con mis dudas y mis inseguridades, con mi fuerza y mi flaqueza, con mi rabia y mi corazón, con mi razón y con mi instinto. Esa soy YO.



*Yo soy yo y mis circunstancias...pero ante todo, YO.