Mi corazón en llamas

Que se me raja el alma...
Me siento como un agujero en una camiseta vieja.
Claro que sí, eso seguro...y sin más, me rompió el corazón en mil pedazos.
Porque sentir que ese amor se había roto como un cristal ya resquebrajado por el paso del tiempo, me MATÓ.
Yo no soy yo, he de decirlo. Yo soy la luz que un día emané, el reflejo de un agua envenenada al sol.
Ahora sólo me queda algo, y ese algo es el miedo.
También guardo rabia, o quizás ya no, no sé.
Ya ni tengo fuerzas para empuñar este bolígrafo que, a duras penas, me ayuda a respirar.
Y como una víctima patética, un día comencé a compadecerme, y así sigo...
Por alguna estúpida razón, en mi mundo maravilloso han entrado seres malignos, pero no tardaré en mandarlos al exilio.
En mi mente, mis defectos y mis frustraciones, hoy pueden más de lo que quisiera (mi Yo).


Odiar duele más que un puñal clavado en el corazón, retorciéndose por tus entrañas, arrancándote la vida.