Strip- tease

Quítate el sombrero,
si lo tienes,
quítate el pelo,
que te abandona,
quítate la piel,
las tripas, los ojos,
y ponte un alma.

sábado, 23 de mayo de 2009

¿Y tú usas tu conciencia?


Lucía y Amaia comen solas en su casa. Han puesto la televisión.

Dentro de la casa hace aún más calor que fuera. Es normal, el verano en Madrid es agobiante.

Lucía calienta la comida que había sobrado de la cena aunque intuía que Amaia se rebelaría como de costumbre por comer lo mismo dos días seguidos.

Mientras tanto Amaia tiraba la mochila junto al sofá, se soltaba las coletas, se ponía las gafas porque la pobre es un poco miope; y se descalzaba.

El microondas ya ha hecho su trabajo así que Lucía sirve los platos y ambas se sientan.

Comienza la escena :


Lucía: -¡Amaia come!


Amaia mira fíjamente la televisión. Se quita las gafas y frunce el ceño. Se las vuelve a poner. Coge el tenedor y pincha una patata.


Amaia : -Mamá, ¿ por qué esos niños de la tele están tan delgaditos?


Lucía para de masticar, traga rápidamente. La mira a los ojos y le dice... -Esos niños no tienen nada. Pero nada de nada.-


Amaia : - ¿Cómo que nada? Pues que compren comida en las tiendas. Es como cuando no queda pan y me das dinero para que compre. ¡Qué vagos!. O bueno...a lo mejor hace mucho calor y no quieren salir a comprar. Aunque es raro...porque ya están tirados en el suelo, que debe estar caliente con este calor porque yo ayer andando por la terraza casi me quemo los pies porque...


Lucía : ¡Amaia come y no empieces a cotorrear que te conozco!


Amaia mira con cara de pena a su madre y dice : -¡Jolines mamá, es que esta comida ya la comimos ayer!


Lucía sonríe porque estaba en lo cierto. Amaia es tan predecible, pero claro...sólo tiene 5 años. Mira a la televisión, es uno de los tantos conflictos armados con los que los noticiarios amenizan nuestra sobremesa. En ese instante se da cuenta de que está en uno de esos momentos que serán determinantes para el futuro de su hija.


Lucía: -Amaia...¿sabes qué? esos niños no son vagos, ni sus padres tampoco. Es que simplemente en sus barrios, no hay tiendas donde comprar y aunque las hubiera no serviría para nada porque no tienen dinero. Pero es que aunque tuvieran dinero tampoco serviría para nada porque no tienen nada que comprar.
Esos niños pueden pasar varios días sin comer nada, sin beber nada y sobre todo sin quejarse porque repiten "menú"...¿sabes por qué Amaia? porque si tuvieran algo de comida entre sus manos no dejarían ni el plato. No darían lugar a que sobrase nada y mucho menos a que se tirase ni una migaja.


Amaia mira su plato, coge el tenedor con la mano derecha y el vaso lleno de agua con la mano izquierda. Pone un gesto triste y comienza a comer sin decir ni una palabra.


Lucía: -Amaia es egoísta por nuestra parte desperdiciar todo lo que tenemos. Piensa que tú tienes muchísima suerte: tienes una casa donde refugiarte del calor, tienes comida cuando tienes hambre y bebida cuando tienes sed. Imagina que esos niños estuvieran aquí a tu lado. Ellos muertos de hambre y tú quejándote porque comemos otra vez ensalada de patata. ¿Qué crees que pensarían ellos de ti?


Amaia mira a su madre con gesto de vergüenza, con la mirada triste y dice...-Lo siento.


Lucía la reconforta con un beso.- Amaia acaba de comer que vamos a dar un paseo.


Lo ha logrado. Lucía ha conseguido que su hija comience a usar su conciencia.


Amaia se bebe todo el vaso de agua, incluso se acaba el trozo de pan que solía mordisquear como si fuera un ratoncillo.

2 comentarios:

  1. Si fuera tan fácil educar una conciencia... y si todo el mundo se propusiera hacerlo.

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  2. Admiro a Amaia, porque por desgracia la mayoria de personas se ciegan ante la realidad que ocurre en otros lugares de este mundo, miran por su felicidad individual. Hagamos el esfuerzo una vez mas educar a esta sociedad en valores de solidaridad internacional.
    Muy buen relato.

    Besitos!!!

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